CONTRA VIENTO Y MAREA .

sábado, 4 de agosto de 2012

El tiempo es hoy.

El día acompaña para encontrarme así, cada nube equivale a un error, un sueño aún no cumplido, una palabra mal empleada y bueno, en fin, no es el día más felíz de mi vida, o tal vés lo sea y no lo puedo notar. Son las 21:55 hs. y me abstengo de las ganas de dormir, después de una larga noche de viernes.
 Hoy aprendí algo, hasta el ser que más te ame en el mundo puede hacerte daño, por eso mismo, siempre, hay que pensar en uno primero, para estar entero, y recién ahí se puede conquistar el mundo, aunque sea un poquito de él. Éste tránsito, que se llama vida, te pone frente a tus ojos momentos, personas, para que lo vivas, lo disfrutes ahí y después lo recuerdes como algo hermoso que pasó, y el problema es que en ese momento, uno se encuentra preguntando que pasará después con aquello, y que error, porque seguramente eso no estará más, era ese minuto el que tenías para disfrutar, y no pudiste hacerlo. Aunque te des cuenta de esto, y lo sepas como a un padre nuestro, te aseguro que en ese momento no podrás evitarlo. Es que queremos hacer de las cosas y de las personas la eternidad, nos cuesta aprender a soltar, a dejar ir, volar. No nos pertenece nada en este mundo, ni las personas, menos aún las cosas materiales, no estan errados los que dicen que hay que vivir el momento, y juro, lo intento todo el tiempo, pero me resulta tan difícil, por momentos lo veo como un imposible, y no lo es, lo sé, lo sé...

No hay comentarios:

Publicar un comentario