CONTRA VIENTO Y MAREA .

miércoles, 11 de julio de 2012

Me estremece el alma pensar que esto no es para siempre, que es una aventura llena de pormenores que nos bruman el alma, y nos desgarran la cornea, como sinónimo de melancolía. Estamos aca para algo y por algo, no hay ni un márgen de dudas sobre eso, mira que vamos a nacer para morir sin trascender, que cosa de locos.
Vivimos con la gravedad para no caer, para lucharla, remarla y remarla y así no dejar que se nos hunda el barco. En cuanto a mi barco, la proa y la popa se juntaron, no hay medios, o si los hay y no los veo como consecuencia de mis cataratas neuronales, diágnostico del más allá. Creo que el destino del barco cada uno lo descubre en momentos cúlmines de la vida, y son tan individuales y egoístas que nadie más que uno puede notarlo, yo aún no lo descubrí, sigo llevando el timón con un grado de
inconsciencia y dejadéz. Será que el no saber y la ignorancia sobre lo que somos y quién nos trajo hasta acá hace que seamos seres libres y espirituales (considero que todo ser humano posee libertad, aún así el esclavo o el penitenciario, con la fuerza de la unión, puede revelarse y hacer una revolución) ni un tercio de los habitantes de este lugar usan correctamente su libertad, seamos inquilinos respetuosos y cuidemos lo que nos prestaron, este paraiso tan maravilloso que no podemos ver por el pensamiento de no volver. (punto no final)

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