No aprendo más .

Le regalaba mi tiempo, mis excusas, las risas más espontáneas, mi energía, el silencio, le daba todo de mi. Incluso aquellos secretos tan mios, que el sólo hecho de que los sepa me intimida a mirarlo hoy. Supuse que iba a tener un final, incluso presentía que estaba cerca, pero opte por dejarme llevar, divertirme, es mi ley. Siempre tomo las decisiones así, pero eso mismo es lo que me tiene hoy repleta de melancolía. Mi forma de vida es demasiado audáz y aventurera, a veces siento que tengo que frenar, bajar un cambio, pensar cincuenta veces las cosas antes de hacerlas, pero después digo, no lo hago hoy, ¿Y si me muero mañana?, y sigo así, tropezando incansablemente. Me impacta mi forma de no aprender de los errores, caer siempre en las mismas situaciones y hasta reirme de mi estupidéz. Pero bueno, ya me desahogué, ahora voy a seguir equivocándome, disfrutando el momento y llorando después. Así, siempre así, ya voy a aprender.